Amadísima bisabuela:
Necesito tus consejos, tus palabras, aunque cada vez las sienta más lejanas. Siento que no pertenezco a esta era, siento que esto no fue hecho para mí, a través de ese diario, ese libro que me dejaste, me sentí tan extraña, nunca tuve una relación tan cercana a alguien como con vos. Bueno, espero que leas esto y me puedas entender como creo que lo solés hacer.
No es que no lo ame, no, no es eso, es que cada vez que leo una y otra vez ese cuaderno, esas escrituras tan fantásticas, creo que en mi inconciente siento que así va a ser el próximo futuro. No puedo creer que la gente se viera, cara a cara, sentir el calor de la otra persona, mediante lo que relatas, quiero creer que podías sentir la mirada del otro, que te penetrara en el alma. Lo más cercano de sentir una cosa así, fue por medio de una estúpida pantalla, inmensa, y de una gran definición televisiva, pero cada vez que quería mirarlo a los ojos, o tocar sus tibias mejillas solo sentía el congelado monitor, la maldita frialdad y dureza que ella me trasmitía, la gente aquí está completamente acostumbrada a estas cosas, de hecho, es la vida, una vida cotidiana, una estructural, aburrida, una ortodoxa vida de oficinista.
Siempre ves el sol salir, pero nunca sentís que te quema la cara, nunca estás hundida en ningún tipo de depresión, entonces quien sabe lo que es la felicidad, es todo el mismo sentimiento, tristeza, abandono, amor, felicidad, desprecio, indiferencia.
Por supuesto, gracias a estos avances tecnológicos puedo verte, puedo sentirte a lo lejos, y aunque sé que no estás hace 500 años, y nunca te pude conocer, me trasmitís más vida que cualquier persona en este lugar. Y ese libro, fue el mejor regalo que alguien me pudo hacer. Lo único que alguien me brindó en toda mi vida, fueron horribles artefactos electrónicos que hacen ruidos extraños y luces enfermizas. Pero creo que ya me acostumbre. Claro que todos esos aparatos nunca van a poder llenar la soledad que siento hoy, ni remplazar una risa o una caricia.
Bueno, en fin, quería solo comentarte, que estoy completamente confundida, estoy perdida, desorbitada, si tan sólo pudiera tenderle mi mano, todo sería tan diferente, no aguanto esta realidad, ya no la aguanto, necesito contacto, físico o visual, abrazarlo, no se, saber que se siente estar frente a alguien como uno, de carne y hueso, y no de materiales inertes .Desde que me inculcaste ese sentimiento del “amor” algo totalmente hipotético para mi, no puedo dejar de pensar en él, creí que yo lo sentía, pero es más que leerlo en una computadora digital, o es más de lo que se puede querer a un robot que te asea la casa y te dice que es feliz en tu compañía. Bueno en fin, estaba en.. ah si:
Nos conocemos hace ya 6 años, es un gran caballero, juro que cambiaría esos 6 largos años y más, por mirarlo, por acariciarle el pelo.
Gracias a nosotros, y nuestra contaminación, el gobierno de esta región decidió el encarcelamiento absoluto de cualquier ser viviente, y gracias a vos, conocí lo que es el verdadero amor, decidí, no seguir con esto, con esta farsa de amar a alguien sin besarlo. Mañana a la madrugada, cuando el sol ya esté completamente verde, y las nubes quieran jugar con el viento, acabaré con mi vida, con esta triste soledad, espero que los sobrevivientes, puedan hacer algo para que la próxima generación no sea tan mala, como ustedes no supieron hacer.
Si lo ves por algún lugar, por favor, Júrale que me hubiera encantado conocerlo.
Muchísimo cariños y saludos.
Desde Neptuno; para la tierra.
Año 3.542